Mi madre fue una
persona que afrontaba todos sus problemas con mucha calma y
tranquilidad.Cuando yo nací
tenia 44 años de edad, le habían hecho su primera operación de
cáncer de mamas, pero eso para
ella no tenía importancia, porque tenía una pena más grande, un año
antes enterró un hijo
precioso adolescente y con esa cruz vivió el resto de su vida.
Yo tenía dos
hermanas, Lucía estudiaba magisterio y Carmen se quedaba en la casa
por la enfermedad de mi madre y se
hizo una buena modista.
Un día Carmen le
dijo:¡Mamá el vestido te queda respingón! y mi madre se sofocó.
Ya estaba embarazada
de mí y Carmen le sacó el falso.
Mis hermanas las dos
muy preocupadas pensaron que mi madre estaba otra vez mal.
Y una señora, mi
madrina, les dijo:¡Vuestra madre no tiene nada!. Lo que pasa es que
está esperando familia y se
pusieron muy contentas. Me hicieron toda mi
ropita me prepararon la cuna con mucha ilusión. Pero siempre
pensaron que yo iba a ser un niño.
Llegó el día de mi
nacimiento, mis hermanas fueron al hospital me llevaron la medalla, el anillo, la diadema, vestiditos, zapatitos muy contentas con la
niña. Y mi madre que tenía
genio les dice :¡Valla par de tontas se os olvida lo principal los
pañales!.
Hueteña