Proyecto Abuelos en la Red Huétor Tájar

miércoles, 15 de diciembre de 2010

EL CAMPO SANTO DE HUETOR TÁJAR



En los años 40 había dos cementerios en el municipio de HUÉTOR TÁJAR, uno llamado cementerio viejo que se encontraba junto a la Ermita y el otro se encontraba en la actual calle Ecuador que es donde actualmente sigue estando, solo que en aquella época era bastante pequeño, y en el año 1959 lo agrandaron y las obras de reforma se han ido sucediendo a lo largo del tiempo hasta llegar a nuestros días, pues se ha ido adaptando a las necesidades  y el crecimiento que la población del municipio ha ido experimentado.
 Aproximadamente sobre los años 40 lo cerraron pero el día de los santos lo abrían para que los familiares  llevaran flores a sus seres queridos. Este cementerio tenía una parte donde enterraban a los que se quitaban la vida aparte de los demás difuntos, pues en aquellos años las cosas eran así.
Además tenia un huesario lo recuerdo de pequeña me daba mucho miedo, pasados unos pocos de años todo el terreno fue urbanizado y la ermita estuvo un tiempo abandonada. Muchos de los huesos del campo santo viejo fueron trasladados al nuevo cementerio.
La ermita ahora está limpia y pintada y además dicen misa todos los domingos, se llama MARIA AUXILIADORA, los mayores le tenemos mucha  devoción y todos los años se reza el rosario de la aurora y también el domingo de resurreción se saca el resucitao de la ermita que se encuentra con la virgen, a esto se le llama la procesión de los recaicos .

         EMILIA CACERES

miércoles, 1 de diciembre de 2010

EL TRAPERO EN HUÉTOR TÁJAR


En la década de los cincuenta en Huétor Tájar existía un personaje muy especial sobre todo para los niños. Este era el trapero que con sus pregones pegadizos se rodeaba de niños que lo acompañaban en sus tratos callejeros.
Todos los días salía Paco el trapero por las calles del pueblo pregonando con una voz muy fuerte con estilo de canción: - ¡trapos viejos, alpargatas viejas, hierros viejos y pellejos de conejos...!. Todo esto lo cambiaba al trueque o lo compraba a la gente por la calle.
 Llevaba una cesta grande con poco fondo para exponer los artículos a la vista. Llevaba caramelos, cromos, lápices, gomas de borrar, sorpresas, pastelillos de la Habana y platos de loza etc. Llevaba un saco en el hombro para meter todo lo viejo que la gente le sacaba para cambiar. Él seleccionaba los artículos, sobre todo las alpargatas las cuales tenían que ser de suela de cáñamo.

Paqui G.