Proyecto Abuelos en la Red Huétor Tájar

martes, 16 de julio de 2013

LAS COFRADIAS DE HUÉTOR TÁJAR



Huétor Tájar vivía y vive su semana Santa con mucho fervor y devoción, había personas muy devotas que ya no están con nosotros, pero muchas de ellas siguen vivas en la memoria de muchos hueteños. 
Antes había otra imagen del nazareno, era de madera y llevaba una inscripción en el pecho, decía “no te fijes lo que soy, sino lo que represento” esta imagen fue quemada con otras imágenes en la plaza de la Iglesia durante la guerra, la hermandad de Jesús siguió existiendo aún sin tener imagen por la devoción que tenían a su Nazareno, seguían conservando su túnica aunque fue un poco disuelta durante la guerra, pero había unos hermanos que seguían luchando por mantener la hermandad y no dejaron de llevar la ropa de la hermandad como Pedro Gallego Alonso que fue hermano mayor desde antes de la guerra. Él no dejó de vestir la ropa de la hermandad durante toda su vida, y se la llevó de mortaja. 
En el año 1939 se reanudó la hermandad con la ayuda del párroco don Blas Garcia Juguera, fue cuando vino el nazareno que ahora tenemos. Pedro Gallego, siguió de hermano mayor, hasta el año 1956 aproximadamente, y fue obligado por la edad a dejar de ser hermano mayor fue entonces cuando lo nombraron hermano honorario. Esto no le agradó mucho a Pedro, pues quería seguir activo.  
La Imagen de la Virgen de Los Dolores llegó a Huétor Tajar el año 1940 en sustitución de una Dolorosa de similares características siniestrada durante la la guerra civil. En la primavera de 1946 se funda la hermanda de nuestra señora de los dolores, fueron años difíciles y de gran escasez de recursos materiales, los de la posguerra y Huétor Tájar era entonces un pueblo muy pequeño y poco desarrollado. Aún así setenta y una mujeres de Huétor (71) fueron las primeras hermanas y por tanto las fundadoras de la hermandad. Muchas de ellas ya han fallecido igual que el cura párroco de aquel tiempo Don Blas Barcía Juguera, hombre de carácter firme y autoritario cuyo recuerdo todavía perdura en el corazón y la memoria de muchas familias de la comarca. Era por aquel entonces hermana mayor Doña Josefa Herrero Cano natural de Huétor Tájar y maestra de esta localidad. 
La imagen de San Juan no es la misma que había antes, Don Blas García Juguera la cambió por la actual mas pequeña, ya que era un problema el domingo de resurrección en la procesión de los “recaicos”. La hermandad de San Juan vestían túnica blanca con botones rojos y capirote rojo cubierta la cara. 
En aquellos tiempos se hacían subastas para llevar andas o varales de las imágenes, ingresos que percibía la hermandad. Después vino un tiempo que nadie quería llevarlas, y había que pagar a personas que las cargaran. Hoy gracias a Dios tenemos costaleros-as, que pasean con orgullo nuestras imágenes por Huétor Tájar con amor y devoción. 
Hueteñ@s


lunes, 15 de julio de 2013

RECUERDOS DE CARMEN ESCOBAR (LA PAJIZA)


                                             Escuela de Dª Josefa

Bueno os voy a contar un poco la historia de mi familia:
Ya saben que me llamo Carmen Escobar Pérez o como me conocen por (Carmen la Pajiza).Tengo muchas anécdotas que contar una más buenas y graciosas y otras no tanto. Somos 13 hermanos ya quedamos 12, empezaré  por el cabeza de familia, mi padre, le gustaba la caza mucho, una vez fue a cazar con un amigo, y se cayó a una acequia de agua y se le abrieron los pantalones y se le veían todas sus partes íntimas. Se tuvo que quedar en el  cortijo "Polilla" mientras el compañero iba a casa por otros nuevos.
En cuanto a  mis hermanos somos 10 niñas y 3 varones, a las niñas nos ha pasado de todo. Una vez estando en el colegio con Doña Josefa, una bella persona aunque nos pegaba con palo largo,  pero tengo que deciros que  lo merecíamos, vino el inspector al colegio y claro nosotros eramos famosillas de traviesas por aquello de ser muchos hermanos, el inspector llamó a mi hermana Paqui y le preguntó que cuántos hermanos eramos  y dijo que eramos 13 hermanos,  preguntó el señor -¿en qué trabaja tu padre? y ella dijo que era periodista, se quedó asombrado -¿periodista tu padre?  ella respondió sí, vende el periódico Patria 2 al día, uno en el Ayuntamiento, y otro en la Hermandad de Labradores.
Con el tiempo mi padre puso un quiosco en la Plaza Ole, allí  ya vendimos más periódicos y chucherías y ya tuvimos más éxito. Mi hermano el que murió lo vendía por la calle y pregonaba -Patria, Patriaaaaaaaaaaaaa
Recuerdo estas historias de mi infancia como si me hubieran sucedido antes de ayer, otra vez la maestra llamó Francisca a mi hermana y no contestaba,  la castigó y ella se echó a llorar porque decía que ella no se llamaba así, que se llamaba Paqui.
En otra ocasión mi Lola, una vez no sé que hizo mi hermana y mi padre que era ligero de manos quiso pegarle, teníamos una mesa muy grande, ella daba vueltas alrededor de ella y él detrás de ella, hasta que mi padre  se mareó  y ya no le pegó, se salvó gracias a la mesa.
Antiguamente había mucha hambre, y nosotros éramos muchos en casa, si había un filete era para el padre, si había un huevo era para mi padre, pero un día mi padre no se lo comió y dijo vais a tomarlo vosotros cada uno una  sopa, nos puso los niños alrededor del huevo y dijo -una sopa a cada uno,  yo contesté -papá yo chupo el caldillo de arriba y qué solventón  no pegaría que me llevé todo el huevo, aquel día cobré bien y mis hermanos se hartaron de llorar porque todos estaban esperando el deseado huevo.
Otra vez teníamos en lo alto de la casa un pajar, donde había un mecedor,  yo me subí  y todos los vecinos buscandóme por todas partes y a las 2 de la mañana me encontraron dormida cerca del columpio. Bueno éramos muchos y muy pobres  cuando nos acostábamos mis padres nos contaban en las camas por si faltaba alguno, teníamos 3 camas, en una dormían 8 cuatro por arriba, cuatro por abajo. En otra cama dormían mis padres, en la cuna la pequeña.
Cuando eramos grandes a trabajar todo el mundo.
Yo trabajé con una señora fregando la casa, era como un castillo tirada en el suelo para que me diera un bocadillo de pringue.
Ahora  toda mi familia estamos mas desahogados y lo estamos pasando mejor.
Mi madre aún vive con muchos años encima, y está  la mar de guapa a pesar de haber tenido tantos hijos y muchos sufrimientos .
A la juventud le digo, que  estudiéis  y deis gracias a los tiempos que os ha tocado vivir que son mejores,  y no tengáis que pasar por lo que nosotros hemos pasado. 
Os quiero, Carmen la Pajisa.